1ct Primer Congreso de Tipografía



Al-Kaun Al-Arabi, un ejemplo de tipografía árabe compatible con tipografía latina

Introducción

Mil trescientos años antes del inicio de nuestra era, el pueblo fenicio suscitaba una verdadera revolución en la comunicación escrita con la creación del alfabeto. Desde su invención, y con sólo veintidós signos, todo lo que era capaz de ser imaginado o dicho podía ser ahora representado con mayor economía de medios. Una técnica muy diferente a la de la representación ideográfica desarrollada, más de tres mil años antes, por los sumerios y a la primera escritura cuneiforme, que obligaba a la memorización de los más de seiscientos signos que la componían. Aquel era, sin lugar a dudas, el comienzo de la democratización del saber a través de un alfabeto compuesto sólo por consonantes.


Pocos siglos después, y en los territorios de la actual Siria, entonces país de Aram, va a surgir un nuevo alfabeto muy próximo al utilizado por los fenicios, denominado —con toda lógica— Arameo, con el que se escribirán algunos de los libros del Antiguo Testamento. Un nuevo alfabeto del cual surgirá, tiempo más tarde, el griego, siendo, además, el precursor de las escrituras árabe y hebrea.


La primera inscripción árabe de la que se tiene conocimiento, la encontramos en una puerta del Santuario de Zabad, cerca de Alepo, de nuevo Siria, y data del año 512 de nuestra era. Por su parte, la primera obra literaria escrita en árabe es el Corán de Uthman, del año 651, encargado por el tercer Califa al que fue Primer Escriba de las Revelaciones del profeta Mahoma, Zayd Ibn Thabit. Un libro con vocación normalizadora que se difundirá por todos los territorios que entrarán en contacto con el Islam. Es, en esos momentos, cuando verdaderamente se inicia la gran expansión del alfabeto árabe por el mundo, influido a su vez por una religión que prohíbe la representación icónica de la figura humana, lo que permitirá el desarrollo de una caligrafía cuya perfección nos sorprende aún en la actualidad.


Pasados los siglos, el primer alfabeto árabe impreso se editará en Granada en 1505, formando parte del volumen de gramática Arte para ligeramente saber la lengua araviga, de Pedro de Alcalá, impreso por Juan de Varela de Salamanca. En dicho libro aparecen, en una misma página, todas las letras árabes y sus correspondientes nombres escritos encima de cada una de ellas en tipografía latina. A partir de aquí, y aunque con algunas limitaciones, el desarrollo de la tipografía árabe ha resultado similar al de los tipos latinos.

Coexistencia tipográfica árabe-latina: una historia reciente

En 1985, en los comienzos de la era de tipografía digital, Kris Holmes, tipógrafo creador de la Isadora, Shanon, Lucida y Lucida Sans, realizó para esta última tipografía una completa adaptación para su uso con las escrituras árabe, hebrea, cirílica y griega.


Ya en 1998, tan sólo seis años atrás, el diseño de un logotipo en árabe compatible con uno en inglés produjo el diseño del tipo de letra árabe Al-Futtaim, realizado por Mamoun Sakkal, quien en el año 2000 también diseña el Arabtek, una tipografía visualmente compatible con el tipo Teknik. Este arquitecto, diseñador, calígrafo y tipógrafo sirio nacido en Alepo, que actualmente reside y trabaja en los Estados Unidos, ha diseñado además muchas versiones árabes de identificadores visuales en otros idiomas y escrituras, todas ellas procedentes de la escritura latina.

La aproximación formal de los tipos árabes a los latinos es un ejercicio principalmente causado por la actividad comercial y publicitaria. En los últimos tiempos han sido muchas las marcas occidentales que han arabizado su identificador y viceversa.

Al-Kaun al-Arabi: un tipo de nueva creación

La creación del tipo de letra al-Kaun al-Arabi (Arabic Univers, Universo Árabe) surge de una necesidad compositiva. El pasado verano, uno de mis clientes, la Fundación El Legado Andalusí, encarga a mi estudio de diseño, Granada Design, la maqueta de un catálogo sobre la exposición Triángulo de al-Andalus, a celebrar en Rabat. El diseño se realiza utilizando tipos de la familia Univers para títulos, subtítulos y demás elementos a destacar en la página, y una Garamond 3 a la que hay que añadirle ciertos símbolos diacríticos para utilizarlos en las transcripciones fonéticas de árabe. Una vez aceptadas las plantillas de diseño, la Fundación encarga la versión árabe del mismo libro, lo que origina la necesidad de encontrar similitud entre los tipos árabes a utilizar en la nueva versión árabe y los ya utilizados en la versión española.

En esta última, se había utilizado, como fuente para los titulares en páginas interiores, la Univers Thin Ultra Condensed (una variación de la Univers creada por Adrian Frutiger en 1957, un estándar de letra alta y estilizada, muy eficaz a la hora de componer secuencias de texto con un gran número de caracteres —sin que por ello se produzcan saltos de línea— que descargaba el peso final de los titulares aplicados a lo largo del volumen.

Como es bien sabido, el alfabeto árabe —o alifato— consta de un conjunto de veintiocho grafías que representan tan sólo las consonantes, aunque algunas de ellas puedan funcionar ocasionalmente como vocal larga dependiendo de la construcción fraseológica. De este número total, veintidós poseen hasta cuatro variantes, según su posición en la escritura de cada palabra: aislada, inicial, medial o final; y otras seis, solo variante aislada y final. Además, dicho alfabeto hace un frecuente uso de ligaduras —como la imprescindible lam-alef—, signos auxiliares: sukun, hamza, madda, wasla y tasdid, y finalmente vocales: fatha, kasra y damma —con o sin tanwin—, aunque éstas últimas se omitan generalmente en los textos impresos. Al conformar una escritura cursiva, la mayor parte de letras se escriben enlazadas. Estos rasgos característicos implican, con toda lógica, una gran complejidad a la hora de diseñar los tipos de letra en árabe común.

Por otro lado —y aun tratándose de un idioma muy fértil en estilos caligráficos tradicionales y endémicos—, el repertorio tipográfico en árabe no ofrece en la actualidad una variedad suficiente de formatos en aplicación digital, entre los que elegir a la hora de abordar una composición gráfica moderna, por lo que —tras las oportunas pesquisas documentales— se estimó más conveniente acometer el diseño integral de una nueva tipografía en árabe que, partiendo del trazado de la citada Univers Thin Ultra Condensed, nos ofreciera su misma funcionalidad y color.

Construida para su uso con la extensión ArabicXT, que permite a QuarkXPress componer (en su correcta dirección de derecha a izquierda) y editar textos en idioma árabe (sin necesidad de un sistema operativo ni de un teclado específico), la nueva al-Kaun al-Arabi utiliza un método de composición que se corresponde con el proyecto que el profesor marroquí Ahmad Lakhdar Ghazal presentó a la Academia de la Lengua Árabe de El Cairo en 1958. Esta propuesta está basada en el diseño de las letras regulares del alfabeto árabe con una forma simple para cada una de ellas, a lo que se ha de sumar el diseño de tres tipos de colas finales, que se añaden a las letras regulares y que permiten su uso como aisladas o finales.

Nuestro análisis previo del alifato tradicional nos llevó a integrar las veintiocho consonantes en dieciocho formas básicas que, mediante la adición de determinados puntos diacríticos, originasen el total de caracteres necesarios. Bajo esta primera consideración, pudimos sistematizar bastante el proceso de diseño ejecutivo.

La nomenclatura de las partes de las letras árabes no es una convención aceptada, aun así, existen propuestas, como la citada por Huda Smitshuijzen AbiFarès en su libro Arabic typography, que comprende las denominaciones: ojo, ojo de aguja, cabeza, hombro, nudo, diente, lazo, tallo, cuenco y cuatro tipos de cola.

Esta autora comenta en sus consideraciones generales sobre el diseño de tipos de letra árabes, que: «Cualquiera que sea el propósito final de un tipo de letra, el ritmo visual se intenta basar en la armoniosa interacción entre las formas de las letras y espacios blancos que las rodean. En el orden constante de elementos, curvas y trazos, y en los movimientos lineales creados con la forma de los trazos de las letras. En tipografía, todos los elementos son independientes, y ellos pueden ejercer una considerable influencia unos sobre los otros y consecuentemente en la apariencia global de un texto. El diseño de tipos consiste en una colección de elementos abstractos integrados bajo un sistema visual, a fin de construir colectivamente una imagen coherente. Esto es a menudo el resultado de cuidadosas consideraciones que equilibran obligaciones pragmáticas de legibilidad y producción, con una personal investigación y visión».

En cuanto al nuevo tipo al-Kaun al-Arabi, el proceso de concepción y diseño ha sido como sigue:



Primero, definimos las alturas de ascendente, descendente, y de diente y lazo que nos vienen determinadas por los ascendentes, descendentes y por la altura ‘x’ del tipo Univers.



A continuación se establecen las proporciones entre anchura y altura de tipo, para lo que se aplican las propias de las mayúsculas de la Univers. Esta anchura superior de las mayúsculas nos vendrá mejor para intentar igualar la extensión de las frases en árabe y español, ya que las traducciones al árabe, normalmente tienen bastante menor cantidad de palabras que los originales en español.

Seguidamente, efectuamos una selección de glifos de Univers que nos puedan ser útiles a la hora de dibujar la colección propia de la al-Kaun al-Arabi. Serán éstos los que vayan a determinar el aspecto global de la nueva fuente. Aunque para cualquier modelo tipográfico en árabe los glifos que lo determinan pueden llegar a ciento treinta, la al-Kaun al-Arabi sólo ha precisado de ochenta para todas las letras sin ligadura.



Tras esta selección, trazamos nuevos glifos basados en los ya obtenidos, conformando así la totalidad de elementos que integrarán los diferentes caracteres de la fuente.

En ese momento procedemos a mostrar las letras dibujadas independientemente a personas conocedoras de la lengua árabe con objeto de comprobar los primeros trazados y corregirlos para conseguir la legibilidad necesaria.



En relación a su funcionalidad, no existe en el ámbito de la escritura en idioma árabe ningún sistema de prueba válido establecido para observar cómo se integran en su conjunto las letras, palabras o frases, tal y como sucede en la escritura latina, donde algunos tipógrafos sí que han publicado propuestas al respecto. Sin embargo, el sistema de palabras mnemónicas del alfabeto árabe, que ayuda a memorizar el valor numérico de cada letra, bien puede servir, aun no aportando un valor semántico a las mismas, como un test efectivo para frases, ya que contiene las veintiocho letras del alfabeto unidas en grupos que sí permiten ver cómo funciona el tipo.

En el caso que nos ocupa, y como prueba de legibilidad, se compusieron varios textos en árabe clásico que fueron leídos por varios arabo-parlantes y arabistas procedentes de diferentes países, entre esos textos cabe destacar el escrito por el pensador andalusí Ibn Jaldun a mediados del siglo XIV, cuya traducción viene a decir:

«La escritura constituye una destreza propia del género humano. Consiste en trazar unos signos que responden a las palabras que podemos oír. Éstas, a su vez, se relacionan con conceptos formados en el espíritu. Se trata pues de un código de comunicación secundario, posterior al lenguaje hablado. La escritura es una actividad noble, propia de las personas y que por ella se diferencian del resto de seres de la creación».



El resultado es un tipo de letra con un aspecto muy moderno, que mantiene ciertos rasgos tradicionales que la acercan bastante a la cúfica con un toque estilizado cercano a la thuluth, resultando de gran utilidad para la composición de títulos, frases entrelazadas o incluso logotipos. La al-Kaun al-Arabi, va a ser comercializada en breve por la empresa libanesa Layout Ltd., dentro de sus colecciones de tipografía árabe.



El estímulo aportado con la creación y próxima comercialización de la al-Kaun al-Arabi han motivado al estudio Granada Design para continuar, con esta línea de investigación, desarrollando tipos como el recientemente diseñado Talia Arabiya, una versión árabe de la Avant Garde Extra Light que se utilizará en la portada de otro libro. Hemos iniciado, además, un proceso complementario de estudio de caligrafías clásicas andalusíes y epigrafías presentes en los muros de los palacios nazaríes de la Alhambra de Granada para, en un futuro, poder generar nuevas propuestas de fuentes árabe en soporte digital, como la al-Hamra Cursiva.

Se trata de nuevos proyectos de diseño tipográfico, como el ya realizado con algunas versiones de cúifica cuadrada, con y sin signos diacríticos, sencillas, o con greca automática. Una de estas versiones compone, desde hace tan sólo unos meses, el identificador visual de mi estudio, Granada Design, un símbolo a ojos del profano que en sí mismo realmente es un logotipo sólo que en árabe, غرناطة‭ ‬تصميم, Garnata Tasmim.

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